1. Mantén un equilibrio químico adecuado: - Realiza pruebas regulares del agua de la piscina para medir los niveles de pH, cloro, alcalinidad y dureza cálcica. - Ajusta los niveles químicos dentro de los rangos recomendados para mantener el agua limpia y equilibrada. - Añade cloro o desinfectante de manera regular para prevenir el crecimiento de microorganismos dañinos. 2. Limpia la piscina con regularidad: - Limpia el skimmer y el prefiltro de la bomba para eliminar hojas, insectos y otros desechos que puedan obstruirlos. - Utiliza un limpiafondos o una red de piscina para eliminar hojas y otros desechos que flotan en el agua o se acumulan en el fondo. - Cepilla las paredes y el fondo de la piscina para eliminar la suciedad y los depósitos que se puedan formar. 3. Mantén el nivel de agua adecuado: - Verifica y ajusta el nivel de agua de la piscina para asegurarte de que esté dentro del rango recomendado. Demasiada o muy poca agua puede afectar el funcionamiento del equipo de la piscina. 4. Inspecciona y realiza el mantenimiento del equipo: - Verifica regularmente que la bomba, el filtro y otros equipos funcionen correctamente y sin fugas. - Realiza el mantenimiento periódico según las recomendaciones del fabricante, como limpiar o reemplazar los cartuchos de filtro. 5. Mantén la seguridad en mente: - Instala cercas y alarmas de piscina para prevenir accidentes y mantener a los niños y mascotas fuera de la piscina cuando no esté en uso. - Asegúrate de que los dispositivos de seguridad estén en buen estado de funcionamiento y cumplan con las regulaciones locales. Los cinco consejos clave para mantener una piscina te ayudarán a mantenerla limpia, segura y en buen estado durante toda la temporada de baño. Recuerda que el mantenimiento regular es esencial para prolongar la vida útil de tu piscina y garantizar que esté lista para disfrutar en cualquier momento.
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